domingo, 16 de enero de 2011

ESTA EL MAÍZ TRANSGÉNICO DETRÁS DE LA DESAPARICIÓN DE LAS ABEJAS?.




Albert Einstein dijo: "Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre le quedarían solo cuatro años de vida".


Están los cultivos transgénicos detrás de la misteriosa desaparición de las abejas?
Escrito por José Luis Moreno y Juan Felipe Carrasco
Jueves, 09 de Julio de 2009 10:30
El sector de la apicultura parece atravesar una de las peores crisis de su historia, tal como anuncian algunos expertos, y esto es evidente porque las abejas no están regresando a sus colmenas y poco a poco se están quedando vacías. Quizás lo más grave es que los apicultores no saben que les está pasando y con ello aplicar las soluciones necesarias.

Para muchos expertos, el sector de la apicultura parece estar atravesando una de las peores crisis de su historia: las abejas no están regresando a sus colmenas, las cuales poco a poco se van quedando vacías, y los apicultores no saben qué sucede, con lo que no pueden aplicar soluciones. Hace unos meses se publicaron nuevos datos sobre este denominado "síndrome de desabejamiento de colmenas", “Colapso de la colonia” (BCC = Bee-colony colapse), “Enfermedad de la desaparición”, etc. apuntando como posibles causas las siguientes:


- El Virus IAPV (Israel acute paralysis virus) en coinfección con varroa. Existe controversia científica sobre esto, pues otro equipo no ha encontrado relación con este virus.

- Nosema ceranae. Parásito asiático que causa diarrea y mortalidad en las abejas, presente en muchos de los cadáveres hallados. Sin embargo, muchos insectos no aparecen por estar dispersos, por haberse desorientado, etc., con lo que deben haber otras causas.

-Líneas de tensión y campos electromagnéticos. Varios años atrás, científicos alemanes mostraron que el comportamiento de las abejas se altera al encontrarse cerca de líneas eléctricas. Un reciente estudio de la Universidad alemana de Landau ha descubierto que las abejas no regresan a sus colmenas cuando hay teléfonos móviles cerca. Se supone que la radiación interfiere su sistema de navegación.

- Agricultura y ganadería intensiva. Existen numerosos indicadores que demuestran que el modelo global agrario y ganadero está fallando, y las abejas -como indicadores medioambientales debido a su alta sensibilidad a los cambios del entorno- nos recuerdan que el modelo es insostenible y empieza a producir fallos y accidentes a muchos niveles. Por tanto, su desaparición podría deberse a una suma de factores creados por el modelo intensivo: pesticidas, cultivos transgénicos, polen con bajo nivel nutricional, manejo de la apicultura ecológica, etc.



El sentido común y los evidentes efectos del modelo intensivo en el medio ambiente apuntan a esta última causa como la más probable. En opinión de Greenpeace, el modelo agrario basado en tóxicos, transgénicos, erosión de la biodiversidad, pérdida de especies y variedades, y el actual modelo de manejo convencional de las colmenas que empobrece genéticamente a la cabaña, además de generarle altos niveles de estrés, parecen ser la raíz del problema, que podría manifestarse en un debilitamiento de las colmenas y sus consecuentes enfermedades.

Los transgénicos como posible causa
Si bien no hay evidencias científicas claras de que el problema se deba a la ingestión de transgénicos (OMG), muchos investigadores coinciden en que es uno de los aspectos a tener en cuenta. Ello nos recuerda las numerosas incertidumbres que tenemos con respecto a los efectos de los transgénicos sobre la salud humana y animal, y sobre el medio ambiente y la impunidad con la que actúan algunas empresas.

Si los transgénicos fueran la causa o una de ellas del BCC, sería muy difícil probarlo dado lo poco que sabemos sobre los efectos adversos de los OMG. Recordemos el papel nefasto de la EFSA (European Food Safety Authority), de las evaluaciones de impacto, los recientes escándalos y actitudes de esta agencia con respecto al Maíz 3272 de Syngenta, de la patata EH92-527-1 de BASF, del Mon 810, del Mon 863, etc.

Mientras las autoridades se deciden, en Alemania empiezan a detectarse problemas de contaminación de la miel con polen transgénico. El 15 de julio salió publicada una noticia por el IPS (Inter Press Service), sobre seis apicultores alemanes que llevaron sus abejas a Munich para salvarlas del maíz genéticamente modificado, el cual había sido plantado cerca de su aldea, Kaisheim, a 80 kilómetros de la ciudad. “Si nuestras abejas entran en contacto con el maíz genéticamente modificado y la miel se contamina con él, no nos permitirán venderla”, dijo a IPS Karl Heinz Bablock. En Alemania los transgénicos son legales, pero no pueden destinarse al consumo humano.

Estudios realizados en Australia y Canadá demuestran que la abeja puede ser, accidentalmente, un agente de diseminación de variedades transgénicas, particularmente de la colza. De una colmena a otra, por polinización, la colza transgénica puede propagar su patrimonio genético en el radio de acción de la abeja (tres kilómetros).

Estudios sobre el efecto de los transgénicos en las abejas
Algunas voces afirman que en los estados de Dakota del Norte y del Sur de EE.UU. los cultivos transgénicos, principalmente soja, son los causantes del Síndrome de DDC (Deficiencia Cognocitiva de Camino), y como consecuencia de la muerte de millones de abejas, lo cual ha obligado a importar calladamente abejas desde Australia, único país del mundo desarrollado que ha prohibido el uso de las “semillas del mal”. Dichas voces sostienen que “las abejas succionan el polen de flores producidas por plantas transgénicas, pierden el sentido direccional y de camino, y son incapaces de regresar a sus apiarios muriendo en el camino. Así, secretamente, el uso de transgénicos causó la muerte de millones de abejas en las Dakotas; sin embargo, el gobierno y el Departamento de Salud y Alimentación de los EE.UU. lo callaron. En China sucedió lo mismo con la producción de peras transgénicas, también desaparecieron las abejas y ello llevó a lo que se conoce hoy día como la catástrofe de la polinización, lo cual obligó a los chinos a recoger cuidadosamente el polen para regarlo y continuar los cultivos.”

Un estudio realizado desde la SADA (Sociedad Argentina de Apicultores) por Dirk Babendreier, acerca de los efectos del polen de un maíz transgénico con capacidad de segregar una toxina insecticida Bt, sobre el desarrollo de la glándula hipofaríngea de las obreras adultas (con la que alimenta a la crías), demostró que esta glándula disminuyó significativamente en dichas abejas.

Otros estudios remarcan que es necesario ser muy cauteloso en lo que concierne a las abejas, respecto a las plantas transgénicas que producen un insecticida, o producen una proteína confiriéndoles resistencia al herbicida.

En Alemania se está llevando a cabo una investigación según la cual existe una clara relación entre la salud de las abejas y la proteína Bt de los cultivos transgénicos Bt. Al parecer, tras el ataque de determinados parásitos, el intestino de las abejas es mucho más sensible a Bt, generándose daños significativos. Existen artículos al respecto en el periódico "Spiegel" y se encuentran detalles en la web de "Biosicherheit". Además, un estudio de campo publicado en http://www.biosicherheit. concluye que “no hay efectos tóxicos crónicos del Bt de los eventos de maíz Bt176 y MON810 en abejas saludables, pero sí los hay en abejas afectadas por otros factores (como parásitos Microsporida), llevando a un importante decrecimento en el número de individuos y una reducción en la actividad reproductora”.

El futuro de la humanidad está amenazado sin las abejas
El modelo actual de agricultura y ganadería parece estar provocando la desaparición de nuestras abejas, aunque los estudios no consiguen determinar una causa clara y directa, ya que se trata de una suma de factores. Algunos estudios demuestran que las abejas debilitadas por enfermedades y parásitos pueden ser afectadas por algunos pólenes transgénicos, y este es el caso de las abejas sobreexplotadas con un modelo intensivo. Si las abejas tienen una salud débil mantenida con el uso de antibióticos y otros químicos (los tratamientos químicos de los monocultivos les debilitan más), además de que el polen transgénico pueda estar afectando su capacidad para orientarse, alimentarse y reproducirse, ¿cómo no van a desaparecer? Este síndrome de desaparición de las abejas nos recuerda y demuestra la enorme dependencia que tiene la especie humana con respecto a la biodiversidad y los ecosistemas. Deberíamos cuidar nuestro entorno, tender a un modelo de agricultura que respete el medio ambiente, que no destruya los recursos, el clima, que no genere injusticia y residuos de manera insostenible. Las implicaciones de una expansión del despoblamiento de las colmenas son alarmantes, dado que la mayoría de las cosechas de todo el mundo dependen de la polinización de las abejas. No en vano Albert Einstein dijo en su día que si las abejas desaparecían, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida.

Más información:
http://en.wikipedia.org/wiki/Colony_Collapse_Disorder
www.ento.psu.edu/MAAREC/pressReleases/FallDwindleUpdate0107.pdf
http://news.independent.co.uk/environment/wildlife/article2314202.ece
www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/02/11/AR2007021100650.html

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